Hoy desperté sin ganas,
no escuché el despertador,
él me escuchó a mí cuando lo agarré dormido.
Hoy no busqué a mi mujer
entre las tinieblas de las sábanas,
simplemente me levanté y tomé café.
No abrí la ventana, para que el sol y el viento
me cuenten cómo habían vuelto con las flores.
Sólo prendí la televisión, escuché
una muerte y media, miré la temperatura y me fui al trabajo.
Hoy no soy yo, igual que ayer.
IVO
viernes, 23 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Firmo aquí, pero vale también para el anterior de Girondo. Porque, nosé, tal vez importe un pito, igual que ayer jeje.
Buena pluma Ivo, como siempre o igual que ayer, que es casi lo mismo pero con whisky.
che boton!
me encanto ese poema
si lo hiciste vos, se nota porq sos mi amigo...jejeje
abrazzo toro
pd: aca esta la manteca raul!!
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